miércoles, 27 de noviembre de 2013

Deseos.

Una manta calentita en invierno, chocolate, leer un buen libro mientras oyes llover desde tu ventana, tardes de pelis y palomitas en las que ni te levantes de la cama, tu comida favorita, escuchar a tu cantante favorito, dormir con la persona a la que quieres, cerrar lo ojos y no pensar en nada, la nutella, el queso, los bombones, ciertas caricias, besos en los labios, o en la mejilla, tocar la piel suave de un bebé, una infusión calentita, el cansancio de ir al gimnasio y saber que te lo has currado un día más, ir de compras a la aventura, de locura. Un McFlurry, o quizás ir a un Starbucks, la nata montada con fresas, o con leche condensada, reír, a veces llorar, otras tirarte en el sofá a ver la tele y no pensar en nada.

Son cosas o detalles que nos hacen sentirnos felices por un momento, deseos que cada uno tenemos... Cosas que, si pensamos en nuestros momentos ideales, nos gustaría vivir de vez en cuando.

¿Qué se te viene a la mente cuando piensas en un momento feliz?
En mi caso sería risas, un poco de lujuria y deseo también, sería confianza, cosas dulces y suaves, agradables al tacto o al gusto. Alguna comida que me encante, o bien alguna sensación que me haga decir "No podría estar mejor en ningún sitio".

Eso me apetece ahora, tener durante un tiempo esa serie de momentos, que me den caprichos, ya no de dinero, el dinero realmente me da igual. Sólo quizá que esté conmigo, que me haga reír o cosquillas para que pueda salir toda la felicidad haya en mi cuerpo, que me lleve a cualquier sitio que yo no me espere y hacer cualquier tipo de tontería. 


"El yo, el Super Yo, y el Ello".

Buenas, aquí estoy otro día más, después de unos tres días de haber empezado este blog, y venía a comentar algo que me ha parecido bastante interesante, a cerca de tres tipos de "yo" interno que tenemos cada uno dentro de nosotros mismos.
Me fascina todo lo relacionado con la psicología, el como poder aprender los misterios de la mente humana y trabajar con ellos para conseguir una cosa u otra, ya que nuestra mente desde mi punto de vista no tiene límite. Podemos hacer maravillas con ella, podemos dejarnos llevar por ella, viajar a otro mundo, y por otra parte podríamos también volvernos locos por completo y aún así pensar que estamos cuerdos. Por algo se dice que "tu mayor enemigo eres tú mismo" o, mejor dicho, tu propia mente.
Resulta pues que cada persona tenemos en nuestro interior como tres versiones de nosotros mismos, a las cuales podríamos llamar el "yo", el "super yo" y el "ello", depende de por qué parte de nuestro carácter nos rijamos. 
En el "yo", nos encontramos la parte consciente, la razón, es prácticamente... lo que nos enseñan que está bien y que está mal desde pequeños. Por que por ejemplo, si desde pequeño te están insistiendo con que la homosexualidad es una atrocidad (por desgracia, aún esto sigue pasando), tú creerás que eso es la realidad y lo que debería pensar todo el mundo cuando no es así, y el que está equivocado eres tú.

Después tenemos un "ello", que se rige por el principio de placer, el instinto. Son esos sentimientos que realmente nos salen de dentro, están en nuestra naturaleza, y aunque tratemos de ocultarlos nunca se irán. En mi opinión, hay mucha gente que reprime estos deseos cuando no son una amenaza mientras no cause daño de ningún tipo a alguien, es normal tener ciertas fantasías, o ponerte celoso si ves algo que no te gusta. Si lo ocultas, simplemente estará eso, oculto, pero no significará que no lo seas o que no lo sientas. En esta sociedad buscan mucho reprimir esta parte de nuestra personalidad, pero hagan lo que hagan esto no puede cambiar. Es lo que nos hace sensuales, tener deseos, querer y ambicionar cosas, los humanos somos imperfectos, pero eso nos hace tener una personalidad. Por lo menos, en mi opinión.

Y por último, se encuentra nuestro "super yo", el yo que se encarga de tratar de reprimir lo que siente nuestro "ello".

Quería compartir esto por que me parecía algo bastante interesante, cómo nuestra mente lucha contra ella misma en un mismo debate interno, entre deseos, deberes y moralidad. 

martes, 26 de noviembre de 2013

¿Rutina?

Otra vez igual. Noto como está inmerso en sus pensamientos, da igual lo que yo pueda decir, o hacer, que es como si hablara con una pared. 
Entiendo su preocupación, es decir, supongo que es por algo que realmente le hace ilusión, pero en ese aspecto llego a sentirme ignorada, no me parece justo.
A veces me cuesta incluso mirarle a los ojos.
Le quiero, y mucho, pero no sé qué cojones me pasa. ¿Falta de atención? Lo dudo. ¿Hormonas? Aún más.
Quizá debería dejar de pensar en ello cuando estoy con él, en plan, dejarme llevar, no dejar traspasar esos pensamientos negativos que tanto me azotan cuando estoy sola. 
Un beso, otro, y otro más, y un "¿Qué te pasa?" al cual no sabes responder. Y en esa milésima de segundo que tienes para decidir que hacer, si dejar a tus emociones liberarse en forma de desahogo y lágrimas o reprimirlas e intentar olvidar.
El hecho de que nada es suficiente no deja de venirme a la mente, como si se tratara de un virus que puebla una célula causando una enfermedad. No se va. Sea como sea esa idea no se va. Y es cuando tú piensas qué debes hacer al respecto.
Quizás sean unos días sensibles, de esos tantos que tenemos a lo largo de los meses. Quizás sea cuestión de tiempo.
Por que aunque sienta eso se que lo que menos quiero es no estar con él.


Nadie.

Andas por la calle, rodeada de gente que pasa por tu lado. Hay lágrimas presentes en tus ojos, y cada vez que alguien pasa tú agachas la cabeza, la giras a un lado y luchas como puedes por que no vean tus húmedas mejillas. Completamente inútil, pues todos lo ven, pero igualmente sabes que nadie preguntará. La gente suele ver a alguien por la calle y ni preocuparse. Es normal, ¿no? esa persona no es parte de su vida, pues ¿Para qué si quiera preguntar?
En esos momentos realmente ni quieres que lo hagan, es más, te gustaría encontrar un lugar en el que poder estar sola, y no expuesta a la mirada de todos.
Te hundes en tus pensamientos una vez más. Los "¿Por qué?" nublan tu mente. Realmente ni tú misma sabes el motivo, pero te sientes mal. Es como una acumulación de muchas cosas, ya hace tiempo que dejó de ser por algo en concreto. Sientes soledad, se te pasa por la cabeza el hecho de que a esa persona le da igual todo, pero en el fondo sabes que no es así. Pero... Tratar de autoconvencerte no sirve de nada, puedes darte a ti misma los motivos que quieras, que no va a cambiar nada, tus lágrimas seguirán aflorando, una tras otra lentamente hasta que ves una figura a lo lejos, entonces te limitas a limpiártelas con las mangas de la sudadera, esperando y rezando por que no se percate de tu estado y no te pregunte.
Las explicaciones siempre son odiosas.


"Amé llegar, odié la despedida..."

Nombre y apellidos.

¡Hola! Bueno, simplemente quería escribir esto por presentarme un poco. Comentar un poco quién soy, aunque realmente eso no sea de mayor interés.
Me llamo María, estudio Bachillerato de letras y bueno... Aquí estoy. Escribiendo en un blog, que principalmente me gustaría usar para desahogarme. No tengo ningún sitio dónde hacerlo y llevaba unos cuantos días dándole vueltas al coco y al final me decidí por empezar esto, llegando a la conclusión de que necesito una vía de escape.
Son muchos los sentimientos y emociones que una persona puede llegar a vivir, sentir y experimentar a lo largo del tiempo. Cabe añadir que sólo tengo dieciséis años y obviamente no puedo saber mucho sobre la vida, pero sí sobre mis experiencias personales, las cuales como en todas las vidas cotidianas a veces son un poco más llevaderas y otras veces no, a veces más felices y otras no sabes ni cómo puedes seguir en pie.
No busco aburrir a nadie con lo que yo puedo escribir aquí, si alguien le gusta o le "interesa" en alguna medida lo que escribo, simplemente que le de a seguir, yo me sentiré alagada por ello.
Espero que este blog no llegue a leerlo nadie conocido, de mi entorno, ya que por algo quiero que sea una "vía de escape", para que nadie me ande preguntando por qué he escrito tal o por qué he escrito cual. Es mi blog, y escribo lo que quiero, es decir, lo que siento, sin buscar aprobación ni desaprobación de nadie sobre lo escrito. 
No me demoro más, hasta aquí la presentación. Si os gusta, dadle a seguir, y si tenéis blogs también así podré mirarlos también yo, que me encantaría ir conociendo blogs interesantes que haya por aquí perdidos.
Hasta la próxima entrada <3.