lunes, 2 de diciembre de 2013

¡Felizzzzzzzzzz felicidad!

Entre ayer y hoy estoy que irradio felicidad!!!!! No sé de qué será tanto cambio de humor de depresión máxima a felicidad incontrolable, pero ojalá me dure, y mucho. 
Es de esos días que lo que más te apetece es levantarte, ponerte guapa y salir a comerte el mundo!!
Tengo muchas muchas ganas de hacer cosas, salir, entrar, reír, hartarme de comer lo que se me antoje, ejercicio a tope!




"Son días en los que te la suda todo y todos, que te sientes bien, y que no dejarás que ningún tonto venga a jodértelo y a hacerte sentir como una mierda, por que NO LO ERES."

En fin, a lo que iba... Ha llegado un poco a la conclusión de que después de una semanita que me he pegado bastante mala... Llorando mucho y pensando más aún, de que vale poco la pena dejar que ciertas cosas te hundan. ¿Para qué? Si después todo pasa. Para eso tómatelo desde un principio con positividad, y si viene algo malo, sea como sea, pasará y al cabo de el tiempo lo olvidarás. 
Tengo como una especie de meta para el futuro cercano: Controlar los cambios de humor.
Básicamente por que cada vez estoy dejando que sean más radicales, hasta el punto de estar feliz, con una sonrisa de oreja a oreja y que me digan algo que no me gusta o que no me termine de gustar, o incluso ver algo, y pasar a ser una piedra que respira, sin expresión alguna y apenas nadie puede sacarme de ahí.
He decidido tejer una pequeña capa en torno al sentimiento de dolor en sí, en mi propia mente. Hacerla poco a poco... más fuerte. Que aguante más y no se debilite tanto por tan poco. Creo que puede ser una buena meta, ¿No? 
Además quiero centrarme mucho en el gimnasio, para conseguir el cuerpo que quiero. Hay mucho hecho ya, y lo que me queda es seguir y seguir, aunque los fines de semana me de algún que otro caprichito jajajaja, pero haciendo esto cada vez me siento mejor conmigo misma y con mi físico, otra parte que hace que vea todo con más positividad.